Viejo y egoísta va el hombre
que se siente muy honrado
y mira desde sus alturas
a los pobres más currantes.
Él es cliente de Hacienda
y vota a la derecha por cojones
desde que una hipoteca
lo hizo con piso y coche.
Hoy fue al bar sin la esposa
que friega, plancha y cose
y le dijo al camarero
no mereces lo que cobras.
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