Cuando cumpla los ochenta
seré un viejo albañil
subido a un nuevo andamio
donde hay otro albañil
de noventa años haciendo
un recebo sin mandil.
La OCDE pide que curre
y yo obedezco así:
voy al tajo con achaques
y no acepto una pensión
para no hundir el tarro
que paga la jubilación.
De cuando en cuando sacan informes alarmando sobre el futuro de las pensiones. Casi deberíamos creerlos. Después de una pandemia que nadie esperaba tan caótica, una empieza a creer todos los disparates que salen de los mal pensados expertos. modadebarrio.blogspot.com |
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