Champín es el champán de los niños. En mi casa nunca falta en Navidades y en cumpleaños y fiestas infantiles. A mis hijas les encanta y a mí también me gusta. Mi chico dice que soy muy infantilona, y lo seré, pero, la verdad, es que una copita de champín me pide otra. Enseguida acabo con la botella.
Nos gusta a toso mucho esta bebida espumosa refrescante sin alcohol pensada para las fiestas y celebraciones de los más pequeños de la casa. La elaboran con frutas del bosque. Es a lo que sabe: a frutas del bosque. Su sabor me recuerda mucho el que tienen los yogures que también son de frutas del bosque y que encuentras a vender en algunos supermercados y grandes superficies.
La botella es muy colorida. Tiene la imagen del payaso champín que tanto gusta a mis niñas. menos les gusta a mis sobrinos mayores. Los niños enseguida quieren dejar de ser niños y para ello se apuntan a beber lo que no deben. Yo les vacío la botella del champín en una botella de cava para que se lo beban sin protestar. Es una estrategia que me funciona muy bien en las fiestas Navideñas. En el fondo, el champín les gusta a mis sobrinos, lo que no les gusta es la botella. la ven muy de niños pequeños.
Otra ventaja del champín es que no tiene gluten. Lo pueden tomar todos los niños. Yo me fijo mucho en que las bebidas y los alimentos no tengan gluten cuando hay niños amiguitos de mis hijas invitados a las fiestas. Nunca sabes si los críos tienen una intolerancia alimenticia y por eso andas con todos los cuidados.
Os recomiendo el champín. Es el champán para niños que nos gusta hasta a los mayores. En mi casa, muchas veces, dejamos el cava y nos bebemos el champín. Tiene un sabor muy rico.
Lo venden en botellas con la forma de las botellas de cava y de champán del bueno. Están cerradas con el mismo tipo de tapón. Nosotros siempre les abrimos las botellas a las niñas. No son botellas para que los más pequeños de las casas las abran solos. Puede saltarles el tapón donde no debe saltar. Son botellas de 75 cl. Su precio es de 2,90 euros. No es una bebida nada cara.
Nos gusta a toso mucho esta bebida espumosa refrescante sin alcohol pensada para las fiestas y celebraciones de los más pequeños de la casa. La elaboran con frutas del bosque. Es a lo que sabe: a frutas del bosque. Su sabor me recuerda mucho el que tienen los yogures que también son de frutas del bosque y que encuentras a vender en algunos supermercados y grandes superficies.
La botella es muy colorida. Tiene la imagen del payaso champín que tanto gusta a mis niñas. menos les gusta a mis sobrinos mayores. Los niños enseguida quieren dejar de ser niños y para ello se apuntan a beber lo que no deben. Yo les vacío la botella del champín en una botella de cava para que se lo beban sin protestar. Es una estrategia que me funciona muy bien en las fiestas Navideñas. En el fondo, el champín les gusta a mis sobrinos, lo que no les gusta es la botella. la ven muy de niños pequeños.
Otra ventaja del champín es que no tiene gluten. Lo pueden tomar todos los niños. Yo me fijo mucho en que las bebidas y los alimentos no tengan gluten cuando hay niños amiguitos de mis hijas invitados a las fiestas. Nunca sabes si los críos tienen una intolerancia alimenticia y por eso andas con todos los cuidados.
Os recomiendo el champín. Es el champán para niños que nos gusta hasta a los mayores. En mi casa, muchas veces, dejamos el cava y nos bebemos el champín. Tiene un sabor muy rico.
Lo venden en botellas con la forma de las botellas de cava y de champán del bueno. Están cerradas con el mismo tipo de tapón. Nosotros siempre les abrimos las botellas a las niñas. No son botellas para que los más pequeños de las casas las abran solos. Puede saltarles el tapón donde no debe saltar. Son botellas de 75 cl. Su precio es de 2,90 euros. No es una bebida nada cara.
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