Hay que subirse al tren cuando pasa. En El candidato vemos que hay personas dispuestas a subirse al tren cuando pasa, pero que los bajan del tren por su vida privada. Esto ocurre mucho en Estados Unidos. En España la vida privada de los candidatos a la Presidencia del Gobierno no importa. Es suya. Los americanos, en cambio se fijan mucho en si un hombre es mujeriego o es fiel a su esposa. Piensan que si un hombre no es fiel a la mujer que comparte su vida, no será de fiar a la hora de gobernar un país.
Todo lo que cuenta la película sucedió en el año 1987. Gary Hart era el principal candidato demócrata para la presidencia de los EEUU. Tras dos mandatos del conservador Ronald Reagan, Hart se había convertido en el símbolo del cambio. Prometía. Dejó de prometer cuando se descubrió la infidelidad a su esposa. Perdió las primarias y su sueño de ser Presidente de los Estados Unidos de América quedo en un sueño.
La película está bien narrada. Te engancha, aunque es totalmente previsible. Te quedas con la conclusión de que la clase política necesita mayor dignidad. Los votantes tampoco quedan bien. Me parecieron muy infantiles. ¿Qué más da si un hombre le ponga los cuernos a su mujer o no se los ponga? Será un problema de ellos, no de los votantes. Los americanos perdieron un buen presidente el año 1988. Una pena.
Os recomiendo la película. Es entretenida, pero podría ser mejor si nos ofreciera un final más cerrado. Es donde más flojea. fui a verla con una amiga y mi amiga salió totalmente defraudada. No sé qué pensaba ver. En España no se entiende esta película porque no entendemos que la vida privada de los políticos sea tan decisiva a la hora de votarlos. Es una película que va a triunfar más en Estados Unidos que en este país nuestro.
Todo lo que cuenta la película sucedió en el año 1987. Gary Hart era el principal candidato demócrata para la presidencia de los EEUU. Tras dos mandatos del conservador Ronald Reagan, Hart se había convertido en el símbolo del cambio. Prometía. Dejó de prometer cuando se descubrió la infidelidad a su esposa. Perdió las primarias y su sueño de ser Presidente de los Estados Unidos de América quedo en un sueño.
La película está bien narrada. Te engancha, aunque es totalmente previsible. Te quedas con la conclusión de que la clase política necesita mayor dignidad. Los votantes tampoco quedan bien. Me parecieron muy infantiles. ¿Qué más da si un hombre le ponga los cuernos a su mujer o no se los ponga? Será un problema de ellos, no de los votantes. Los americanos perdieron un buen presidente el año 1988. Una pena.
Os recomiendo la película. Es entretenida, pero podría ser mejor si nos ofreciera un final más cerrado. Es donde más flojea. fui a verla con una amiga y mi amiga salió totalmente defraudada. No sé qué pensaba ver. En España no se entiende esta película porque no entendemos que la vida privada de los políticos sea tan decisiva a la hora de votarlos. Es una película que va a triunfar más en Estados Unidos que en este país nuestro.
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El Rey Juan Carlos no está con una mano doliente sino que está de parranda como decía la famosa canción de Peret. La Casa Real volvió a mentir en su afán de aparentar que la Familia Real es perfecta. modadebarrio.blogspot.com |