El sillón Gamer Sakkyo GAMING es el favorito de mi marido. A mí no me gusta el estampado casi militar que trae. Con una tela más femenina, o incluso neutra, sería más de mi agrado. Lo que hay que reconocer es que la tela es sufrida. No se ve sucia. Eso no quiere decir que no la debas limpiar. Le das una pasada con el aspirador y le aspiras toda la suciedad. A mayores, de vez en cuando, le viene bien una limpieza en seco, igual que los sofás.
Mi marido dice que en este sillón no tiene dolores de espalda. Tanta comodidad se explica porque el sillón Gamer Sakkyo tiene una almohadilla en la zona lumbar. Te proporciona un punto de apoyo en la espalda y también te da calor. Las almohadas, por pequeñas que sean, calientan la parte que apoyas.
El respaldo de este sillón es reclinable. Lo puedes poner recto, bajarlo un poco, bajarlo un poco más. Mi esposo muchas veces lo baja y echa una siesta cuando está cansado de tanto juego. Verlo recostado echando un sueño es señal de que ha perdido un montón de partidas.
Otra ventaja del sillón Gamer Sakkyo es la regulación de altura. Vale para toda la familia. Para las niñas lo pongo más bajo, para mí un poquito más alto, mi esposo lo pone lo más alto posible para no estar con las piernas encogidas. La altura del sillón se regula debajo del asiento con una palanquita que tiene con tal fin. Resulta fácil cambiarle la altura. No te dejas las uñas.
Su base con cinco ruedines resistentes. Son ruedines de color negro que se mueven bien, mucho mejor que los ruedines de la silla que tengo en mi despacho. Por eso suelo llevarlo para mi despacho.
Mi marido está pensando en comprar un segundo sillón Gamer Sakkyo GAMMING. Yo le digo que lo piense un poco. El sillón cuesta 116 euros. Mi santo es muy tacaño. Es de esos hombres que compra las cosas y después se lamenta. Por eso prefiero que compartamos el sillón que tenemos.
Os lo recomiendo. Este sillón o silla de camuflaje resulta muy cómoda. Está pensado para jugar online, pero vale para sentarse a hacer cualquier cosa. Mi suegra se sentó el otro día en el sillón mientras ganchillaba y dijo que era el asiento más cómodo que teníamos en casa.
Mi marido dice que en este sillón no tiene dolores de espalda. Tanta comodidad se explica porque el sillón Gamer Sakkyo tiene una almohadilla en la zona lumbar. Te proporciona un punto de apoyo en la espalda y también te da calor. Las almohadas, por pequeñas que sean, calientan la parte que apoyas.
El respaldo de este sillón es reclinable. Lo puedes poner recto, bajarlo un poco, bajarlo un poco más. Mi esposo muchas veces lo baja y echa una siesta cuando está cansado de tanto juego. Verlo recostado echando un sueño es señal de que ha perdido un montón de partidas.
Otra ventaja del sillón Gamer Sakkyo es la regulación de altura. Vale para toda la familia. Para las niñas lo pongo más bajo, para mí un poquito más alto, mi esposo lo pone lo más alto posible para no estar con las piernas encogidas. La altura del sillón se regula debajo del asiento con una palanquita que tiene con tal fin. Resulta fácil cambiarle la altura. No te dejas las uñas.
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Mi marido está pensando en comprar un segundo sillón Gamer Sakkyo GAMMING. Yo le digo que lo piense un poco. El sillón cuesta 116 euros. Mi santo es muy tacaño. Es de esos hombres que compra las cosas y después se lamenta. Por eso prefiero que compartamos el sillón que tenemos.
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