domingo, 8 de noviembre de 2020

Un gafe en la Casa Blanca

 
 De Guatemala a Guatepeor suele decirse cuando uno teme que las cosas vayan a peor. Algo así me pasa a mí al ver al nuevo Presidente de los Estados Unidos de América. Joe Biden es un hombre gafe. Lees su biografía y te vienen ganas de cruzar los dedos y rezar. Es horrible lo que le ha pasado a este hombre: el accidente mortal de su primera esposa y su hija, la muerte de su primogénito, problemas de salud importantes en su persona,... Pero, pese a todo, el señor Biden tiró para adelante y ahí lo tenemos sonriendo con sus dientes postizos a los fotógrafos del mundo mundial. Es el nuevo presidente de Estados Unidos. Donald Trump ha perdido las elecciones.

 En la antigua Grecia los ancianos tenían un puesto importante en la sociedad. Estados Unidos siguió el ejemplo de la Grecia clásica de los libros de Historia. Los votantes norteamericanos elegían entre dos ancianos. Se quedaron con el más viejo de los dos, con el hombre que le gustaba para Presidente a Lady Gaga. Es Joe Biden un demócrata de centro. Que nadie piense que este hombre comparte las ideas socialistas de nuestro Pedro Sánchez o filtrea con las ideas venezolanas de Pablo Iglesias. Biden es lo más parecido a un abuelo elegido por el señor Casado para si mismo.

 Después tenemos a la señora que lo acompaña. No me refiero a su actual esposa sino a la que será la primera mujer Vicepresidenta: Kamala Harris. Una mujer que resume en su persona el género femenino, el feminismo, las minorías étnicas y la vocación de ayudar a los pobres. Kamala es más vistosa que Joe. Le hará sombra. Pero no creo que herede su cargo. El viejo Joe es un superviviente de la mala suerte. Vivirá muchos años.

Doña Jimena



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