El Pimiento Verde, Madrid, es un restaurante vasco que me encanta. Es un local pequeño próximo a la calle Princesa. como no hagas reserva no consigues mesa libre.
Me refiero al restaurante que tienen en la calle Quintana, 1. El Pimiento Verde, Madrid, tiene en total cuatro restaurantes en la capital de España.
Nuestra mesa estaba en la planta baja, donde está la barra. No es el plato especial de este restaurante el que más me gusta. Mi santa, en cambio, se chupa los dedos con las flores de alcachofa. Prefiero unas tostadas que ponen con morcilla por encima y el chuletón de Ávila, que está delicioso. El chuletón es lo que más os recomiendo. Me gusta porque lo sirven muy pasado.
La comida nos salió a 40 euros por cabeza. No es muy barato teniendo en cuenta que estamos en crisis. En el precio iban incluidas las bebidas, los postres y los cafés.
Lo bueno de estos restaurantes es que mezclan recetas innovadoras con los platos de toda la vida. Es perfecto para parejas que tenemos gustos culinarios diferentes como mi santa esposa y yo.
La mayor desventaja que le encuentro a El Pimiento Verde es el tamaño del local. Demasiado pequeño. Subí a ver la planta superior y no era más grande que la de abajo. Nosotros no pudimos elegir mesa, pero quedé contento con la mesa en la planta baja que nos dieron. Era mucho más cómoda porque salías para la calle directamente sin tener que subir y bajar escaleras. Como os decía, os recomiendo el chuletón de Ávila por lo bien hecho que lo sirven.
Me refiero al restaurante que tienen en la calle Quintana, 1. El Pimiento Verde, Madrid, tiene en total cuatro restaurantes en la capital de España.
Nuestra mesa estaba en la planta baja, donde está la barra. No es el plato especial de este restaurante el que más me gusta. Mi santa, en cambio, se chupa los dedos con las flores de alcachofa. Prefiero unas tostadas que ponen con morcilla por encima y el chuletón de Ávila, que está delicioso. El chuletón es lo que más os recomiendo. Me gusta porque lo sirven muy pasado.
La comida nos salió a 40 euros por cabeza. No es muy barato teniendo en cuenta que estamos en crisis. En el precio iban incluidas las bebidas, los postres y los cafés.
Lo bueno de estos restaurantes es que mezclan recetas innovadoras con los platos de toda la vida. Es perfecto para parejas que tenemos gustos culinarios diferentes como mi santa esposa y yo.
La mayor desventaja que le encuentro a El Pimiento Verde es el tamaño del local. Demasiado pequeño. Subí a ver la planta superior y no era más grande que la de abajo. Nosotros no pudimos elegir mesa, pero quedé contento con la mesa en la planta baja que nos dieron. Era mucho más cómoda porque salías para la calle directamente sin tener que subir y bajar escaleras. Como os decía, os recomiendo el chuletón de Ávila por lo bien hecho que lo sirven.
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