Encontrar trabajo es una alegría, sobre todo en estos tiempos de crisis. En La Coruña el paro ha aumentado hasta las 72.573 personas a 31 de agosto. En esa cifra no estaba Mónica Martínez, la flamante nueva concejala de Deportes. Más bien está la señora Martínez recogida en la creciente cifra de afiliación a la Seguridad Social. El crecimiento de la afiliación a la Seguridad Social se explica por los autónomos que desde hace años llaman emprendedores.
Doña Mónica está eufórica. Va a hacer mucho por La Coruña, por su ciudad, dice. Nadie lo duda. De momento, ha hecho muchísimo por su persona: se hizo con la Concejalía de Deportes a cambio de un voto que le dio la mayoría absoluta al PSOE en el Ayuntamiento de La Coruña. Sus ex compañeros de Ciudadanos, fuera del ayuntamiento y olvidados por muchos votantes, están que echan chispas. La chica le salió lista. Apostó por ella, no por el partido que dejó Albert Rivera por amor y por mal resultado electoral en las últimas elecciones generales.
Yo seguría el ejemplo de Mónica Martínez sin pensarlo dos veces. Hay que ser egoísta. Si no piensas en ti, nadie lo va a hacer. Primero te metes en la política con Ciudadanos, dejas que te ayuden a conseguir votos para entrar en el Ayhuntamiento, después te das de baja en Ciudadanos, quedas con el asiento y das el salto del grupo mixto al PSOE sin ponerte la chaqueta sino sentándote.
No, no es transfuguismo. Lo que hizo doña Mónica es arreglar su vida propia. Esta mujer también acepta cargos en la Xunta de Galicia. Lo digo por si el señor Feijóo quiere hacer a Mónica Martínez conselleira de Economía. Merece el cargo. Es una señora que sabe mucho de economía familiar. En su casa no entra el hambre que está entrando en las casas de las 72.573 personas que hay en La Coruña en paro. Más en la casa de alguno o alguna más que no recogen las estadísticas oficiales.
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