Mi suegro quedó encantado con la botella de Ron Brugal 1888 Edición Limitada (40º) que le regalamos por su cumpleaños. Mi marido quería comprarle unos gemelos. Yo le dije que era mejor regalarle una bebida. A mi suegro le gusta beber. No es que se emborrache mucho, pero unas copas todos los días no las perdona.
Pues bien, con el Ron Brugal 1888 Edición Limitada (40º) que nos costó 32 quedó más contento que un niño con zapatos nuevos. No era para menos. El ron es bueno. Abrimos la botella después de que soplara las muchas velas de su tarta y daba gusto beberlo. Por algo es una edición limitada. No lo fabrican a montón sino que hacen sólo unas cuantas botellas para vender bien. Me sorprende que no las vendan más caras. Cuando mi marido dijo que le iba a comprar una botella de Ron Brugal 1888 Edición Limitada (40º) a su padre para su cumpleaños pensé en un gasto de unos cien euros. Nada de eso. Como os dije por 32 euros liquidamos el regalo del abuelo.
Este Ron Brugal 1888 Edición Limitada (40º) es ron dominicano. Viene de la República Dominicana. No deben ponerle mucho arancel cuando llega a un precio asequible a los supermercados. Mi marido no lo compró en un supermercado. Lo encontró en una tienda de licores. Vino para casa con la botella envuelta en papel de regalo. Todo un detalle. Nos ahorramos el papel de regalo de los chinos que tenemos en casa para envolver regalos.
El ron tiene un envejecimiento entre cinco y siete años. Lo correcto. Si estuviera envejeciendo más tiempo estaría peor. Como dice mi suegro, el ron está en su punto. Lo que está pasada de punto es la borrachera que puedes coger. El Ron Brugal 1888 Edición Limitada (40º)anda con los 40 grados de alcohol. Tomas un chupito y te da vueltas la habitación. Yo sólo tomé medio chupito. La botella la liquidó el cumpleañero para horror de mi suegra. La madre de mi esposo todavía sigue enfadada por el regalo que le hicimos al viejo.
Os lo recomiendo. El Ron Brugal 1888 Edición Limitada (40º) es un regalo bienvenido por los hombres aficionados a la bebida. No quiero decir por los borrachos. Entiéndase bien. Quiero decir por los hombres que saborean un buen licor.
